“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
1 comentario:
Pero si vemos una roca rodando hacia nosotros, siempre podemos intentar apartarnos de su camino.
La cuestión no es que venga o no, sino que nos alcance o no nos alcance (tanto lo bueno como lo malo)
Saludos
Publicar un comentario