Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.
Jorge Luis Borges
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda