“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
jueves, febrero 15, 2018
No vaya a ser que estés extrañando a quien ya es otra persona
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Tenemos apegos, dependemos emocionalmente de otros. Y eso no es sano, nuestra mente nos juega trampas cuando idealizamos a alguien que hace mucho tiempo nos dejo atrás. Si no aprendemos a poner punto final y soltar el pasado, nunca vamos a avanzar. Y es cierto, nos convertimos en espectadores de la vida. Formados en una fila de una puerta que jamas se abrirá, porque dentro no hay nadie ya.
Tenemos apegos, dependemos emocionalmente de otros. Y eso no es sano, nuestra mente nos juega trampas cuando idealizamos a alguien que hace mucho tiempo nos dejo atras. Si no aprendemos a poner punto final y soltar el pasado, nunca vamos a avanzar. Y es cierto, nos convertimos en espectadores de la vida.
2 comentarios:
Tenemos apegos, dependemos emocionalmente de otros. Y eso no es sano, nuestra mente nos juega trampas cuando idealizamos a alguien que hace mucho tiempo nos dejo atrás. Si no aprendemos a poner punto final y soltar el pasado, nunca vamos a avanzar. Y es cierto, nos convertimos en espectadores de la vida. Formados en una fila de una puerta que jamas se abrirá, porque dentro no hay nadie ya.
Tenemos apegos, dependemos emocionalmente de otros. Y eso no es sano, nuestra mente nos juega trampas cuando idealizamos a alguien que hace mucho tiempo nos dejo atras. Si no aprendemos a poner punto final y soltar el pasado, nunca vamos a avanzar. Y es cierto, nos convertimos en espectadores de la vida.
Publicar un comentario