“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
miércoles, octubre 24, 2007
El desierto emocional
26 comentarios:
Anónimo
dijo...
No podías haber elegido mejor imagen para ilustrar este desierto... Un abrazo Hannah
Así mismo estoy yo ahora: dando botes en un desierto infinito... Menos mal que está empezando a quemar el sol por estas latitudes, porque de ese modo recuerdo que se nos vienen las vacaciones, la playa y días enteros con mi familia.
Ver tu foto me hace pensar... la imagen no es la realidad de lo que sientes en el 'desierto emocional', sino la mascara que estamos condicionados a pensar para estos momentos. Somos de un mundo extraño, que idolotra la vida y reniega de la muerte. Hermosa la imagen, pero es solo eso... una imagen... aquello no es lo que yo siento en verdad cuando experimento estados similares a los que intenta mostrarnos la imagen, para mi este nuevo estado es un presente tan vivo y maravilloso como todos los demás... Ya me lo regalaste tú guerrera, hoy te lo devuelvo... SOMOS PURO PRESENTE, NADA MÁS
Siento que cuando decidimos acecharnos, no sólo optamos por descubrir la preponderancia de las emociones en nuestros actos y el cómo estos tomaran o tomaron rutas que tal vez no quisimos que tomaran; tal vez las quisimos para descubrir que necesitábamos responsabilizarnos de la ilusión que está frente a nosotros y la realidad tras ella. No sólo optamos por levantar el polvo sucio que hace borroso nuestro vínculo con lo abstracto. Acecharnos no es corregirnos, porque corregirnos es parte también de un inventario, parte también del condicionamiento al cual somos esclavos. Nos acechamos y optamos por lo desconocido sin medias tintas, optamos por todos lo que está más allá de nuestras letras y entendimientos, hasta la las mínima comprensión que podamos tener respecto a lo inefable. Aceptamos quitar nuestra piel pero no ponemos valor de cambio alguno por esta, aceptamos cargar con todo lo que en el camino se revele, cualquier nada que veamos o no alcancemos a ver, cualquier adjetivo o sustantivo que pongamos a ésta. Siempre es nuestra decisión agregar forma y sustancia para dar cohesión al comando o no hacerlo. Aunque hayan tantas lecturas de las reglas del juego como predilecciones, las reglas son las mismas, los comandos siguen siendo tan impersonales e inmutables como siempre. La ilusión sigue siendo ilusión aunque la vistamos de lo que sea. Creo que acecharnos es también aceptar con libertad la posibilidad de morir en el juego, morir todas las veces que debamos hacerlo. Un desierto es un ser y es un presente desnudo porque decidimos encontrarnos en él; es bello no por la posibilidad del paraíso que puede aparecer después de él, sino que lo es porque es parte de ahora, aparezcan flores, gusanos o patas de una silla tras sus grietas.
es increible como la imagen habla sola, para demostrar el desierto emocional que estes muy bien, muchos cariños gracias por tus saludos y compañia, mil disculpas si no vine antes, pero he estado enferma y no he estado muy bien mil besitos
Guau... Me siento un poco intruso al meterme curioseando por aquí. Simplemente, me impactó la imagen, explícita por sí misma. Sobran las palabras. Me encanta el blog. Besos.
26 comentarios:
No podías haber elegido mejor imagen para ilustrar este desierto...
Un abrazo
Hannah
Una imagen vale más que mil palabras, excelente representación
Abrazos!!
Y en medio del desierto nacen (palabra) hermosísimas flores
Emociones que se perdieron en un mar de piedras calcinadas. Una pincelada perfecta. Abrazos.
Así mismo estoy yo ahora: dando botes en un desierto infinito... Menos mal que está empezando a quemar el sol por estas latitudes, porque de ese modo recuerdo que se nos vienen las vacaciones, la playa y días enteros con mi familia.
Le urge una tempestad a ese desierto....
La imagen es mas que ilustratiba de tu frase , en el desierto emocional llovieron,lloveran palabras como mares .
Abrazos.
Asi es, lo he sufrido y casi que lo estoy sufriendo...
Excelente blog, pronto vuelvo por más!!!!
Lidia
la descripcion perfecta de una imagen..asi debio llamarse esta entrada :)
Saludos
Aunque no venga a cuento, esa imagen me ha recordado las palbras de Rajoy sobre el cambio climático. Lo que hay que oír.
Un abrazo
Imagen perfecta... Sensación conocida. Mi receta? La música.
He aquí un post al respecto:
http://aristas-cotidianas.blogspot.com/2006/10/recetas-en-do-re-mi.html
Besos, Alma
...la foto es perfecta, así de claro es sentir un momento malo emocional, es sed , sed de todo...te felicito un abrazo para tí...
Ver tu foto me hace pensar...
la imagen no es la realidad de lo que sientes en el 'desierto emocional', sino la mascara que estamos condicionados a pensar para estos momentos.
Somos de un mundo extraño, que idolotra la vida y reniega de la muerte.
Hermosa la imagen, pero es solo eso... una imagen... aquello no es lo que yo siento en verdad cuando experimento estados similares a los que intenta mostrarnos la imagen, para mi este nuevo estado es un presente tan vivo y maravilloso como todos los demás...
Ya me lo regalaste tú guerrera, hoy te lo devuelvo...
SOMOS PURO PRESENTE, NADA MÁS
Siento que cuando decidimos acecharnos, no sólo optamos por descubrir la preponderancia de las emociones en nuestros actos y el cómo estos tomaran o tomaron rutas que tal vez no quisimos que tomaran; tal vez las quisimos para descubrir que necesitábamos responsabilizarnos de la ilusión que está frente a nosotros y la realidad tras ella. No sólo optamos por levantar el polvo sucio que hace borroso nuestro vínculo con lo abstracto. Acecharnos no es corregirnos, porque corregirnos es parte también de un inventario, parte también del condicionamiento al cual somos esclavos. Nos acechamos y optamos por lo desconocido sin medias tintas, optamos por todos lo que está más allá de nuestras letras y entendimientos, hasta la las mínima comprensión que podamos tener respecto a lo inefable. Aceptamos quitar nuestra piel pero no ponemos valor de cambio alguno por esta, aceptamos cargar con todo lo que en el camino se revele, cualquier nada que veamos o no alcancemos a ver, cualquier adjetivo o sustantivo que pongamos a ésta. Siempre es nuestra decisión agregar forma y sustancia para dar cohesión al comando o no hacerlo. Aunque hayan tantas lecturas de las reglas del juego como predilecciones, las reglas son las mismas, los comandos siguen siendo tan impersonales e inmutables como siempre. La ilusión sigue siendo ilusión aunque la vistamos de lo que sea. Creo que acecharnos es también aceptar con libertad la posibilidad de morir en el juego, morir todas las veces que debamos hacerlo.
Un desierto es un ser y es un presente desnudo porque decidimos encontrarnos en él; es bello no por la posibilidad del paraíso que puede aparecer después de él, sino que lo es porque es parte de ahora, aparezcan flores, gusanos o patas de una silla tras sus grietas.
Tal vez, la cáscara no exista...
no crees que una buena y profunda lluvia lo soluciona casi todo?
uau, claro, contundente y muy gráfico.
cuidate,
^^
es increible como la imagen habla sola, para demostrar el desierto emocional
que estes muy bien, muchos cariños
gracias por tus saludos y compañia, mil disculpas si no vine antes, pero he estado enferma y no he estado muy bien
mil besitos
besos y sueños
Guau... Me siento un poco intruso al meterme curioseando por aquí. Simplemente, me impactó la imagen, explícita por sí misma. Sobran las palabras. Me encanta el blog. Besos.
Revuelvo dentro de mi corazón, los caminos esquivados por la sed.
Cuando descubro alguno dentro de mi alma...lo riego.
Gracias alma.
Beso
Sería hermoso que britara una florecita ahí en medio...sería la esperanza...
BSS
Te abrazo fuerte, Alma. Gracias por tus palabras.
Venga a travez de CLARA y te dejo un cordial saludo.
Amo tu banner.
Saludos!!
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