Esperaba de fuera, respuestas que explicasen el estallido de amor que tenía lugar en su interior
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
martes, marzo 27, 2007
martes, marzo 20, 2007
Sobre "perder la forma humana"
Conocí a la pintora Miie Tamaki durante un seminario sobre Energía Femenina. Le pregunté cual era su religión.
- Ya no tengo religión – respondió.
Notando mi sorpresa, me explicó:
- Fui educada para ser budista. Los monjes me enseñaron que el camino espiritual es una constante renuncia: tenemos que superar nuestra envidia, nuestro odio, nuestras angustias de fe, nuestros deseos.
Conseguí librarme de todo esto hasta que un día mi corazón quedó vacío: los pecados habían desaparecido, y mi naturaleza humana también.
Al principio me puse contenta, pero pronto comencé a darme cuenta de que ya no compartía las alegrías y pasiones de las personas de mi entorno. Fue entonces que abandoné la religión: hoy tengo mis conflictos, mis momentos de rabia y desesperación, pero sé que estoy otra vez cerca de los hombres – y, por eso, cerca de Dios.
Kagawichiko, Japón
De Naguales 2001
martes, marzo 13, 2007
La flor del ciruelo. Símbolo de la vida del Samurai
Como la flor del ciruelo es la vida del samurai. Impecable, bella, corta y perfecta. Tú llevas esa insignia en tu interior, desde hace tanto, tanto tiempo. Tú has batallado en tantas guerras, has corrido tantos mundos, has amado a tantos, has dejado a tantos...Y siempre quedas tu, tu para siempre. Tú y la eternidad. Tú y los demás que te enseñan constantemente de ti y que potencian la fuerza y el temple de tu espíritu y de tu corazón.
Para tí es esa flor que aún está en el jardín y que un día volará con el viento, quién sabe adonde y dejará su fruto allí donde estuvo sirviendo con su presencia, su sencillez y su belleza. Como tu.
Luis_ ketzatcoalt.
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...en el corazón del camino,
Mis amigos
miércoles, marzo 07, 2007
Un hombre de conocimiento tiene predilecciones
Don Juan me dijo una vez que un hombre de conocimiento tiene predilecciones. Le pedí explicar este enunciado.
- Mi predilección es ver - dijo.
- ¿Qué quiere usted decir con eso?
- Me gusta ver -dijo- porque solo viendo puede un hombre de conocimiento saber.
- ¿Qué clase de cosas ve usted?
- Todo.
- Pero yo también veo todo y no soy un hombre de conocimiento.
- No. Tu no ves.
- Por supuesto que sí.
- Te digo que no.
- ¿Por que dice usted eso Don Juan?
- Tu solamente miras la superficie de las cosas.
- ¿Quiere usted decir que todo hombre de conocimiento ve a través de lo que mira?
- No. Eso no es lo que quiero decir. Dije que un hombre de conocimiento tiene sus propias predilecciones; la mía es sencillamente ver y saber; otros hacen otras cosas.
- ¿Qué otras cosas, por ejemplo?
- Ahí tienes a Sacateca: es un hombre de conocimiento y su predileccion es bailar. Así que él baila y sabe.
- ¿Es la predilección de un hombre de conocimiento algo que él hace para saber?
- Sí, pues.
- ¿Pero como podría el baile ayudar a Sacateca a saber?
- Podríamos decir que Sacateca baila con todo lo que tiene.
- ¿Baila como yo bailo? Digo, ¿cómo se baila?
- Digamos que baila como yo veo y no como tú bailas.
- ¿También ve como usted ve?
- Si, pero también baila.
- ¿Cómo baila Sacateca?
- Es difícil explicar eso. Es un baile muy especial que usa cuando quiere saber. Pero lo único que te puedo decir es que, a menos que entiendas los modos del que sabe, es imposible hablar de bailar o de ver.
- ¿Lo ha visto usted bailar?
- Si, pero no todo el que mira su baile puede ver que esa es su forma especial de saber.
De Una Realidad Aparte de Carlos Castaneda.
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