“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
miércoles, marzo 30, 2005
La Muerte leyendo el libro de la Vida
Cantantes ensayan la ópera de Verdi: "Un baile de máscaras" en un escenario gigante en el Lago Constanza
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