La fuente de información, más directa con la que cuento, es la que emana de mis experiencias. Puedo: leer, imitar, contar o seguir instrucciones de alguien, pero nada valida tanto como ‘vivirlo’. Para que fluya, cuido no establecer relaciones de causa-efecto o cristalizar la aventura en una conclusión determinante. Trato más bien, de concederme a mi misma, la posibilidad de que la información que integro, se convierta en una nueva llave para seguir explorando…un devenir que acontece de vez en cuando y sólo si se dan dos premisas: atención y silencio
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
martes, marzo 01, 2005
Atención y Silencio
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