Esa es una expresión que se usa mucho en los pueblos andaluces:'¿Y tú de quien eres?'. La pregunta hace referencia, no a la familia directa, sino a los ancestros y curiosamente no se les conoce por el nombre, sino por algún apodo que identifica a todos los descendientes de aquellos.
Recuerdo que la primera vez que supe de esto fue en 1987, cuando conocí a 'la golondrina', que como los demás, heredó el sobrenombre. Me pareció que, de entrada, supone 'cargar' con lo que se le asignaba a alguien que tal vez ni conocieras... y la verdad, era un contrasentido, no le iba nada el mote; yo le veía cara de tortuga a esa mujer. Vestía de oscuro, siempre miraba al suelo y se movía lenta, girando su cabeza a ambos lados antes de decidir. Cada vez que me cruzaba con ella, que para mi era transparente, veía a una tortuga. Un día al subir aquella interminable cuesta que llevaba hasta el ayuntamiento, oí la noticia por los altavoces colocados por todo el pueblo:
'Ha muerto la nieta de la golondrina, se desnucó de una caida…'
…desde entonces alimento la creencia de que las tortugas mueren cuando ven el cielo.
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
sábado, mayo 14, 2005
¿Y tú de quien eres?
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3 comentarios:
Esto me hace reflexionar sobre lo que conozco como la primera identidad,lo que es autentico de cada persona una vez filtrado lo impuesto y inflado, del Ego, repleto de mios-tuyos-suyos,enmarañados y confusos.
Fibi ver tu comentario me arrancó una sonrisa :)
Sichem, 'no puedo' es una creencia que nos limita. En cuanto a las costumbres, ni te imaginas cuanto se aligera la carga cuando las descubres y ya no las sigues; sobre todo porque llega un punto en que te conviertes en la costumbre misma sino actúas para evitarlo.
Saludos, me alegra que estés por aquí!;)
Lo que si es cierto es que si dejas bastantes horas a una Tortuga, sobre su caparazón, irremedianlemente se muere... aunque no haya visto el cielo.
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