
Mecanismo inconsciente, que ocurre de forma automática e involuntaria.
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
Paseó por las calles sintiendo el olor de su
pueblo, se enamoró de los niños que jugaban en ellas.
Ojos negros, dientes blancos; Pueblo de débiles barreras, mezcla de etnias y culturas.
Leyó en la pared:Allah + aum +amen =Dios
Todo es lo mismo pensó...y mientras caminaba recitaba
en voz baja el sonido de la unidad:"Allahumamen"a sus amigos, seguro que ellos querrían comprarlo todo.....deambuló por la mercadería de los barrios y recordó
Entró en la habitación de su abuela, los delirios se atenuaban.
Durante tres días, ella le vió como el barquero que ayudaba a pasar el puente de la vida a los que debían abandonarla.
Ahora hablaba de una mujer que la esperaba, una señora vestida de negro con un gran bolso, a quien replicaba sin cesar, que no había
llegado el momento...aún tenía mucho por hacer.
Se sintió pleno... ausente de deseos, olvidó el tiempo y la prisa y postergó el viaje de vuelta, mientras, su corazón agradecía a los dioses entonando una plegaria de Amor:
alma.
Si los cuerpos más elevados se encuentran desarrollados y son puros, el discípulo podría experimentar la ceremonia sagrada en ese mismo nivel, en toda su solemnidad, belleza y magnificencia.
Para otros aspirantes, ellos podrían saborear y sentir la energía de la belleza, la alegría, y la dicha, pero no retendrían ningún recuerdo de la experiencia. El recuerdo de la experiencia es directamente proporcional al grado de contacto del alma y del desarrollo de los cuerpos energéticos.Fuente: http://omvivere.com.ar