Si todo te da igual las cuentas están mal
“Ya me di al poder que a mi destino rige.
Y no me aferro ya a nada, para así no tener nada que defender.
No tengo pensamientos, para así poder ver.
No temo ya a nada, para así poder acordarme de mí.
Desapegado y sereno, me lanzaré
más allá del Águila para ser libre.”
“El Don del Águila”. Carlos Castaneda
lunes, diciembre 29, 2014
viernes, diciembre 26, 2014
jueves, diciembre 25, 2014
viernes, noviembre 21, 2014
viernes, octubre 31, 2014
domingo, octubre 12, 2014
sábado, octubre 11, 2014
La claridad empieza dándonos cuenta de aquello que no advertimos… y dándonos también cuenta de que no nos estábamos dando cuenta.Goleman, Daniel.
viernes, octubre 10, 2014
viernes, septiembre 26, 2014
domingo, septiembre 14, 2014
miércoles, septiembre 03, 2014
martes, septiembre 02, 2014
Las grietas
Quizá es más como has dicho antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. Personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o que no las entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y, sí, en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable. En cuanto empieza a entrar la lluvia dentro, ya nunca será remodelado. Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a otros, porque vemos lo que hay fuera a través de nuestras grietas, y lo que hay dentro se nos ve también a través de ellas. ¿Cuándo nos vimos tú y yo cara a cara? No hasta que me viste entre mis grietas, y yo a ti entre las tuyas. Hasta ese momento solo veíamos ideas del otro, como mirar tu persiana, pero sin ver lo que había dentro. Pero cuando el recipiente se rompe, la luz puede entrar. Y puede salir.
Green, John. “Ciudades De Papel.”
Etiquetas:
Citas,
Día a día,
En la ola,
La imagen de sí mismo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)